Si a los volquetes de putas y mondongo de unos políticos, sumamos las chistorras y puterío variado de otros, se entiende el porqué del desastre general en la administración del Estado, y en la de justicia en particular, por mucho que se peine alguno.
Pero esto no va solo de jueces, también va de empleados...
¿Tú crees que es normal que en Bizkaia para resolver un recurso de desahucio pasen más de dos años?
¿Crees que es posible que en los juzgados de Getxo (País Vasco) en la época de la inteligencia artificial te hagan viajar de un juzgado a otro para un acta de defunción de un familiar?...
Y tienen la cara dura de decir que es un país desarrollado ¿y a esta mafia no hay nadie que le meta caña?
En el Estado español, en las instituciones, no trabaja ni Dios (solo algún diablillo) la vagancia, desidia e incompetencia cabalga, y no es cuestión de funcionarios sí, o funcionarios no, no es cuestión de elegir entre lo público o lo privado, porque los servicios públicos son fundamentales (y más los de justicia que no tienen alternativa privada, excepto el sicariato) pero con trabajadores y no con parásitos enchufados por los herederos del franquismo...
Esta es la percepción general, luego nos llevaremos las manos a la cabeza cuando constatemos frecuentemente que estamos en una sociedad con sicariato... Sí, habrá que privatizar la justicia porque la pobre, sola, no da abasto.
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