Hay más terremotos en algunas épocas del año que en otras (demostrado)


 La sismicidad es estacional



La estacionalidad sísmica.


¿Es verdad que hay más y mayores terremotos en unas épocas del año que en otras?

Si haces esta pregunta hoy a la "inteligencia artificial" Gemini, te responde lo siguiente:

No, no hay evidencia científica que respalde la idea de que los terremotos sean más frecuentes o intensos en ciertas épocas del año. Los terremotos son fenómenos naturales causados por la liberación repentina de energía acumulada en la corteza terrestre, y no están relacionados con las estaciones del año.

Y añade cuatro puntos que considera claves:

Primer punto. Distribución aleatoria: Los terremotos ocurren de manera aleatoria a lo largo del año. No existe un patrón estacional discernible en su frecuencia o magnitud.

Segundo punto. Mitos y creencias: La creencia de que los terremotos son más comunes en ciertas épocas del año puede deberse a la coincidencia de algunos terremotos significativos en un período de tiempo específico, lo que lleva a la percepción errónea de un patrón. Por ejemplo, en México se piensa mucho en septiembre, ya que han ocurrido grandes terremotos en ese mes.

Tercer punto. Factores geológicos: Los terremotos están relacionados con factores geológicos, como la actividad de las placas tectónicas y las fallas geológicas, que no varían significativamente con las estaciones del año.

Y cuarto punto. Información de fuentes oficiales: Es importante obtener información sobre terremotos de fuentes confiables, como servicios sismológicos nacionales y organizaciones científicas, que proporcionan datos basados en evidencia.

Y Gemini concluye:

En resumen, no hay base científica para afirmar que los terremotos sean más comunes o intensos en ciertas épocas del año. La ocurrencia de terremotos es un fenómeno natural que no está influenciado por las estaciones.

Pues bien, esto que afirma la inteligencia artificial en el primer punto no es cierto. Los demás puntos se pueden discutir y puntualizar, quizá en próximos vídeos, pero el primer punto es rotundamente falso. 

La sismicidad es estacional. La demostración de la estacionalidad sísmica se hizo hace más de 10 años, y de manera sencilla.

La metodología utilizada para comparar la tendencia sísmica terrestre con la tendencia de la fuerza de gravedad solar entre afelios y perihelios fue la siguiente:

Elección de un catálogo sísmico global que incluya la totalidad de los terremotos ocurridos por encima de una magnitud desde una fecha razonablemente lejana. En este caso fue el registro de ANSS (Advanced National Seismic System).
Se consideró la mínima magnitud de 4,5 como de completitud. El período sísmico elegido fue desde el 4 de enero de 1998 hasta el 3 de enero del 2014 (98741 terremotos).

Mediante hojas de cálculo del programa Excel de Microsoft, se listaron cronológicamente los eventos sísmicos por semestres. Desde el perihelio al afelio, cuando la tendencia de la fuerza gravitatoria del sol es descendente, y desde el afelio al perihelio, cuando la tendencia de la fuerza gravitatoria del sol es ascendente.
La herramienta de línea de tendencia de los gráficos fue muy útil, resultando que la correlación entre la tendencia sísmica y la tendencia anual de la marea solar es de más del 67 por ciento para todos los terremotos de magnitud mayor e igual a 4,5.
Se ha ampliado el estudio haciendo la comprobación desde el año 1976 hasta el año 2025 con terremotos mayores e iguales de magnitud 4 (que suman  483831 terremotos, esta vez con el catálogo de USGS) y el resultado es idéntico. En el 67 por ciento de los períodos semestrales son coincidentes ambas tendencias: La sísmica y la de gravedad solar.

Es decir: Hay más terremotos (y mayores) a medida que nos acercamos al Sol, al perigeo solar o perihelio (que suele ser en los primeros días de enero y la gravedad solar es mayor) y hay menos terremotos (y menores) a medida que nos alejamos de él y nos acercamos al apogeo solar o afelio (principios de julio, en que la gravedad solar es menor).

Además estos datos sugieren el papel fundamental que representan las mareas en la dinámica de placas (tectónica de placas), aportando verdaderas propiedades cíclicas asociadas a la recurrencia sísmica, convirtiendo además parámetros mareales (como la amplitud, altura, hora) en factores susceptibles de ser utilizados para el pronóstico sísmico con éxito.

Para comprobar la demostración, solo deben de seguir el método explicado, o también accediendo a las páginas web de Lurrikara. Les dejo los enlaces aquí y en la descripción del vídeo.


Así que ni mitos ni creencias, la estacionalidad de los terremotos es una realidad demostrada, y por lo tanto hay evidencia científica.



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