Murder incorporated y las vacunas contra la polio

El pendiente debate moral en la ciencia

El debate ético y moral que "la élite" del conocimiento debería algún día encarar.

De ser cierto lo que se cuenta, Werner Karl Heisenberg fue uno de las pocas personas conscientes de la transcendencia de su trabajo, responsable hasta el límite como portador de conocimiento excepcional, hasta el punto de renunciar al beneficio y reconocimiento personal si ello conlleva consecuencias inmorales... Aunque fuera ya tarde.

"Al final de la guerra en Europa como parte de la Operación Epsilon, Heisenberg junto con otros nueve científicos, incluyendo a Otto Hahn, Carl Friedrich von Weizsäcker y Max von Laue, fue internado en una casa de campo llamada "Farm Hall" en la campiña inglesa. Esta casa tenía micrófonos ocultos que grababan todas las conversaciones de los prisioneros. El 6 de agosto de 1945 a las seis de la tarde Heisenberg y los demás científicos alemanes escucharon un informe de radio de la BBC sobre la bomba atómica de Hiroshima. A la noche siguiente Heisenberg dio una charla a sus compañeros, a manera de informe, que incluía un estimado aproximadamente correcto de la masa crítica y de Uranio-235 necesarios, además de características del diseño de la bomba. El hecho de que Heisenberg haya podido hacer estos cálculos en menos de dos días, le da credibilidad a su afirmación de que la razón por la que no sabía cual era la masa crítica necesaria para una bomba atómica durante la guerra, se debía única y exclusivamente al hecho que no había intentado seriamente resolver el problema." (Wikipedia)

Prever las consecuencias sociales de la publicación de "eso en lo que se trabaja", prever cómo puede ser utilizado de forma amoral o perversa es una obligación inexcusable para cualquier mente excepcional. Tenemos la sociedad que tenemos y no se le debe entregar lo que no somos capaces de utilizar y gestionar responsablemente.

Sin embargo es una obligación entregar el conocimiento que solo es susceptible de utilizarse para avanzar objetivamente, porque solo del avance ético y moral de la humanidad se deriva el verdadero bienestar, y también porque se debe aplicar el método científico a la conveniencia o no de que ciertos conocimientos sean publicados, teniendo en cuenta que siempre ha sido más difícil gestionar las consecuencias de un descubrimiento que alcanzarlo.

Esta dificultad en la gestión del conocimiento quedó plasmada también en las desesperanzadas líneas escritas por otro físico legendario (1953, Mis creencias, Albert Einstein):

https://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/mis_creencias.pdf

"Saludo al hombre que pasa por la vida siempre al servicio del prójimo, sin conocer el miedo, extraño a toda agresividad y a todo resentimiento. De este material están constituidos los grandes conductores morales que brindan consuelo a la humanidad en las miserias que ella misma crea. El intento de combinar la sabiduría y el poder ha tenido éxito muy pocas veces, y cuando lo tuvo no fue por mucho tiempo. Un hombre suele evitar atribuir talento a otro... sobre todo si es un enemigo. Pocos son capaces de expresar con justicia opiniones que difieran de los prejuicios de su entorno social. La mayoría no se atreve ni a elaborarlas. La primacía de los tontos es insuperable y está garantizada para siempre. Su falta de coherencia alivia, empero, el terror de su despotismo. Para ser primer miembro perfecto de un rebaño de ovejas, se debe ser, sobre todo, una oveja."

No le faltaba razón, no hay más que ver lo que desarrolló la sociedad con su trabajo.

El premio Nobel lo recibió por el efecto fotoeléctrico, pero la sociedad en vez de desarrollar y potenciar algunas de las buenas tecnologías derivadas de él, prefirió desarrollar las malas aplicaciones de la inmensa energía contenida en la materia.

Hoy 6 de Agosto de 2022 es el 77 aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima.


No todo lo que podamos o sepamos hacer debemos hacerlo, algo muy obvio, pero que no parece serlo.

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